Wednesday, November 21, 2012

Colonialismo Mental.



En una ocasión un amigo me dijo que su hermano dividía a las personas en dos clases:  La gente sin filosofía y la gente con filosofía. Me imagino yo que dentro su cabeza había mas bien una confusión de conceptos, y el en realidad estaba dividiendo a la gente  en función de su conocimiento, es decir, en gente sin cultura y gente con cultura, ya que para poder moverse con fluidez dentro de una conversación filosófica es necesario poseer un vocabulario medianamente nutrido para poder volcar nuestras ideas en palabras con la mayor exactitud posible. Esta sospecha me nació a mí del hecho de que me es imposible imaginar a un solo ser humano que carezca de ese sistema de directrices abstractas que le de forma  a su comportamiento, es decir, que no creo que pueda existir una persona sin filosofía. Habrá quienes tengan filosofías sencillitas que correspondan al volumen de su bagaje cultural, así como habrá también quienes tengan filosofías tan sofisticadas y complejas como un reloj suizo y ornamentadas con el detalle de la capilla Sixtina. Pero alguien que pueda realizar tareas tan sencillas como ir al supermercado o levantarse diario para ir al trabajo, y que la vez no sea capaz de crear para si mismo (o de tomar de alguien más, pero de esto hablaremos más adelante) un pequeño sistema de creencias que le permitan explicarse mas o menos como y para que existe el mundo es un personaje que me resulta muy inverosímil. Pienso que esta descripción es más probable para el golem de la tradición hebrea o a un Robot manejado por control remoto que para una persona. Quitarle su filosofía a alguien seria zombificarlo, rebajarlo al nivel de cosa.

Ahora, esto no quiere decir que todas las personas tengan filosofías igual de validas o de ser dignas de tomadas en cuenta, ya que un gran mal de nuestros días es la colonización de la subjetividad. Con esto quiero dar a entender que muchas personas en la actualidad ya no piensan por si mismas, si no que mas bien son pensadas, ya sea por sus líderes religiosos, ya sea por los escritores del show de televisión de moda, etc. Una persona que se deslinda de estos sistemas ideológicos estilo McDonald’s generalmente será una persona digna de ser escuchada. Normalmente llamara nuestra atención, además de por su originalidad, por que sabe poner en palabras ideas –o revoltijos de ideas- que en alguna ocasión han cruzado nuestra mente, pero que nosotros no sabemos como externar, que no sabemos como decirlas A esto súmese los puntos de vista que esta persona ha generado desde su aislamiento y la mar de ideas nuevas que a nosotros nunca se nos hubieran ocurrido. También hay que ser sinceros, nada nuevo brilla bajo el sol, y aunque estas personas a su vez puede que hayan tomado un cachito de hume, otro cachito de Sartre y así hayan ido cometiendo pequeños e inocentes plagios ideológicos a la hora de formarse un criterio propio, muchas veces son ellas las que nos sirven de puente entre los grandes pensadores y nosotros.

En lo personal no pienso que haya personas con filosofía y sin filosofía, mas bien pienso que hay personas con filosofía propia a la que le han dedicado tiempo y cuidado,  y personas con la filosofía de alguien mas, una solución facilita y rápida muy adoc con el estilo de vida del hombre de hoy.